El canciller Polichinela


Polichinela (en italiano Pulcinella, en napolitano Pulecenella) es un personaje de la Comedia del arte. Dentro del grupo de los zanni (siervos o criados)

Es la historia de un niño nacido en 1962. Niño formal y aplicado. De una familia formal y pudiente de la sociedad montevideana. El niño era entusiasta estudiante de la abstracción matemática. Y aprovechando la paz que en los 70 facilitaron ciertos militares dictatoriales, cursó sus estudios tranquilo y sin interrupciones. Gozo de una Universidad sin paros y sin distracciones ideológicas y fuera de lugar. El niño que se volvió joven nunca asoció esa paz y tranquilidad con esos militares odiosos que amigos le soplaron al oído mil villanías que cometieron.

El joven se convirtió en un tecnócrata, que sin descollar, pintaba bien para arrimar a los equipos técnicos del Partido Nacional. El joven maduró y se incorporó entusiasta a la enseñanza primero y a la política después. El hombre en que se convirtió vivió entre nubes y entre nubes avanzó. Las penurias, riesgos y privaciones que otros sufrieron para servirle en bandeja su dulce vida nunca las tomó en cuenta.

Una vida fácil hizo un hombre fácil de manipular, el jamás enfrentaría la verdad oficial o lo políticamente correcto para defender a quienes entregaron todo, para que ciudadanos como él tuvieran la seguridad y garantías que permitieron sus logros. Su casa nunca dejo de ser su casa. Su libertad de cátedra y de política la disfrutó como si se la hubiera ganado y esto fuera lo más normal del mundo. Un plato de comida jamás faltó a su mesa. Y nunca sufrió prohibiciones para trabajar, viajar, u opinar. Es que tuvo la suerte que en su país unos “militares malvados” le pusieron un alto al comunismo. 

Con su traje bien cortado, su cuidado corte de cabello y el riñón ligeramente cubierto de las más nobles grasas, ya convertido en Canciller, declaró ante la ONU:

““En los últimos años se han aumentado sensiblemente las investigaciones, juzgamientos y procesamientos por crímenes de lesa humanidad …  reconoció el impulso de la Fiscalía de Crímenes de Lesa Humanidad, el Poder Judicial ha dictado sentencias de condena por desaparición forzada, tipificación que hace poco tiempo no era admitida.”

El mensaje no deja dudas. El niño, el joven que estudió en paz. El hombre que conservó intacta su libertad, no ha creído a los militares que se interpusieron en el camino del comunismo que se proyectaba como una sombra ignominiosa sobre Uruguay. El prestó sus oídos a los que mintiendo y alterando la verdad histórica, persiguen en el presente a esos militares. Al hacerlo no solo asume una conducta miserable, si no que se convierte en un  “Polichinela” de los agentes marxistas que hace 50 años atentaban contra la libertad, la suya, la del país, y hoy los toma como que fueran los defensores de una democracia que quisieron (y siguen queriendo) enterrar.

Omar Paganini. Lo dicho, un “zanni”,  un POLICHINELA, que tristemente habla en nombre del Estado, en nombre del gobierno. Sumándose por tanto el Sr. Presidente y  sus ministros al atropello judicial que sufren los militares y consintiendo la violación de la voluntad del pueblo expresada en dos plebiscitos.

Julio Martino

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